Nameless: Usugi Kenshin

Usugi Kenshin – El dragón de Echigo

Entre las sombras de los callejones emana una presencia imponente que comanda el respeto de propios y extraños. Se trata de Usugi Kenshin, de origen desconocido, lider de una facción controlada por la Sede S.

Aunque los orígenes de Usugi son inciertos, se habla mucho de un mito japonés de la era Sengoku. Suena un poco absurdo en nuestra actualidad que corran samuráis en 2043. Pero Usugi va en serio, su nombre ha adquirido un aire mítico en los bajos barrios de todo Japón. Un guerrero sobrehumano, moldeado por las artes marciales de nacimiento.

Lo cierto es que Kenshin posee un innegable carisma y habilidad de combate sobrenaturales. Con su espada de acero táctico siempre al cinto, infunde temor y respeto por igual. Se mueve con la gracia y astucia de un felino, con la agilidad de un diente de león cuando es impulsado por el mismo viento, anticipando cada movimiento de sus enemigos, parece no importar si son armas de fuego, Usugi domina su espada Samurai y el arte espiritual del dragón de Echigo.

Las facciones rivales pronto aprenden a no subestimar su determinación ni su disciplina inquebrantable. Kenshin es un estratega certero, estudiando meticulosamente cada situación, riéndose de sus adversarios, antes de entrar en combate, como si ver pelear a su rival por salvar su vida le divirtiese. Pero cuando finalmente desenvaina su espada, su ferocidad es sublime, aunque muy macabra.

Las leyendas urbanas sobre sus orígenes sólo acrecientan su aura de misterio, hay que creen que fué modificado genéticamente. Usugi entrenó en un antiguo templo oculto bajo la Sede S de una academia secreta, la cual aún no puedo nombrar, misma academia que contrató al viejo Musashi para entrenar a Azumi, Mai ki y Boor. Una Sede experta en tecnología no aprobada u oficial, viejas artes, ciencia oculta y sinergia espiritual. Usugi aprendió técnicas marciales prohibidas y actualmente, se interface entre las mafias quedando éstas bajo sus piés, siempre Clérigo de la Sede.

Para sus seguidores más acérrimos, Usugi Kenshin representa la llama del kaos, el temor de cualquier mafia en una ciudad corrupta. Una leyenda naciente destinada a cambiar el curso de un mundo desequilibrado, a merced de una Sede sin escrúpulos, muy sangrienta y bizarra.